miércoles, 21 de julio de 2010
Estaba tan ciega que no reconocí el fuego ardiendo en sus ojos, el caos que controlaba mi mente. Susurró un adiós y se subió a un avión para nunca regresar otra vez, pero siempre estará en mi corazón. Este amor ha tenido un grave efecto en mí, el me ha dicho adiós antes, demasiadas veces y su corazón se está rompiendo frente a mí, no tengo opción, porque ya no diré adiós. Hice mi mayor esfuerzo por saciar su apetito, por mantenerla viniendo cada noche, era tan difícil mantenerla satisfecha. Haciendo el amor como si fuera solo un juego, fingiendo sentir lo mismo, entonces darse la vuelta e irse otra vez. Arreglaré las cosas rotas, repararé tus alas rotas y me aseguraré de que todo esté bien. Mi presión en sus caderas hundiendo las yemas de mis dedos, en cada pulgada de ti, porque yo sé que eso es lo que quieres que haga.
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